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The Scottish Play's Dark Secret: Why Actors
Fear to Say "Macbeth"
The theater lights dim, the audience falls silent, and an uneasy whisper travels
through the backstage shadows. Someone has made the unforgivable mistake -
they've spoken the cursed name aloud. "Macbeth." Now the entire production seems
doomed, as if the very walls of the theater remember the blood spilled in
Shakespeare's tragedy. A stagehand quickly rushes to perform the ritual: turning
three times, spitting over their left shoulder, and uttering a profanity to
break the spell. This is no mere superstition to theater people; it's a sacred
law, as fundamental as "break a leg" and as serious as the plague that once
closed London's playhouses.
The origins of this theatrical curse are as murky as the Scottish moors in the
play itself. Some say Shakespeare used real witch incantations, angering true
practitioners of the dark arts. Others claim the original 1606 production was
cursed when the boy actor playing Lady Macbeth died mysteriously before opening
night. The historical record shows more concrete disasters: the Astor Place Riot
of 1849 left 25 dead during rival Macbeth productions; Laurence Olivier narrowly
escaped a falling stage weight during a 1937 performance; and in 1942, three
actors died and the director had a heart attack during a single cursed run. Even
outside the theater, the name carries power - when renowned actor Ian McKellen
once said "Macbeth" during a TV interview, the studio's lights immediately
failed.
Modern actors protect themselves with elaborate rituals worthy of the three
witches themselves. Many refer to it only as "The Scottish Play" or "Mackers,"
while others insist on leaving the theater building, spinning counterclockwise,
and reciting lines from A Midsummer Night's Dream to cleanse the space. Some
particularly cautious companies won't allow any blue costumes or real daggers on
stage, remembering that King James I (the play's original patron) banned real
steel after the prop knife scene terrified audiences. The Globe Theatre's
current artistic director admits keeping a "Macbeth emergency kit" - sage, salt,
and a written apology to the theater ghosts - just in case.
Yet the curse's persistence may reveal a deeper truth about theater itself. In a
world where make-believe becomes reality eight shows a week, where actors
literally die and resurrect nightly, perhaps some superstitions become necessary.
The Macbeth curse endures not because it's real, but because theater is magic -
and every magician knows you must respect the darkness you conjure. So the
tradition continues, passed from seasoned veterans to wide-eyed understudies:
whatever you do in the theater, never, ever say that name. Unless, of course,
you're performing the play itself - in which case, may the theatrical gods have
mercy on your soul.
El oscuro secreto de la obra escocesa: por qué los actores temen decir
«Macbeth»
Las luces del teatro se atenúan, el público guarda silencio y un susurro
intranquilo recorre las sombras entre bastidores. Alguien ha cometido un error
imperdonable: ha pronunciado en voz alta el nombre maldito. «Macbeth». Ahora
toda la producción parece condenada, como si las mismas paredes del teatro
recordaran la sangre derramada en la tragedia de Shakespeare. Un tramoyista se
apresura a realizar el ritual: girarse tres veces, escupir por encima del hombro
izquierdo y pronunciar una palabrota para romper el hechizo. Para la gente del
teatro no se trata de una mera superstición; es una ley sagrada, tan fundamental
como "rómpete una pierna" y tan grave como la peste que en su día cerró los
teatros londinenses.
Los orígenes de esta maldición teatral son tan turbios como los páramos
escoceses de la propia obra. Algunos afirman que Shakespeare utilizó conjuros de
brujas reales, lo que enfureció a los verdaderos practicantes de las artes
oscuras. Otros afirman que la producción original de 1606 fue maldecida cuando
el niño actor que interpretaba a Lady Macbeth murió misteriosamente antes del
estreno. El registro histórico muestra desastres más concretos: el motín de
Astor Place de 1849 dejó 25 muertos durante producciones rivales de Macbeth;
Laurence Olivier escapó por poco de la caída de un peso del escenario durante
una representación de 1937; y en 1942, tres actores murieron y el director
sufrió un ataque al corazón durante una única representación maldita. Incluso
fuera del teatro, el nombre tiene poder: cuando el célebre actor Ian McKellen
dijo una vez «Macbeth» durante una entrevista televisiva, las luces del estudio
se apagaron de inmediato.
Los actores modernos se protegen con elaborados rituales dignos de las
mismísimas tres brujas. Muchos se refieren a ella sólo como «La obra escocesa» o
“Mackers”, mientras que otros insisten en abandonar el edificio del teatro,
girar en sentido contrario a las agujas del reloj y recitar versos de «Sueño de
una noche de verano» para limpiar el espacio. Algunas compañías especialmente
precavidas no permiten trajes azules ni dagas de verdad en el escenario,
recordando que el rey Jaime I (mecenas original de la obra) prohibió el acero
auténtico después de que la escena del cuchillo de atrezo aterrorizara al
público. El actual director artístico del Globe Theatre admite que guarda un «kit
de emergencia Macbeth» (salvia, sal y una disculpa escrita a los fantasmas del
teatro) por si acaso.
Sin embargo, la persistencia de la maldición puede revelar una verdad más
profunda sobre el propio teatro. En un mundo en el que la ficción se convierte
en realidad ocho veces por semana, en el que los actores mueren y resucitan
literalmente cada noche, tal vez algunas supersticiones sean necesarias. La
maldición de Macbeth perdura no porque sea real, sino porque el teatro es magia,
y todo mago sabe que debe respetar la oscuridad que conjura. Así que la
tradición continúa, pasando de los veteranos a los novatos: hagas lo que hagas
en el teatro, nunca digas ese nombre. A menos, claro está, que estés
representando la propia obra, en cuyo caso, que los dioses del teatro se apiaden
de tu alma.
Unforgivable (imperdonable)
Definición: Tan grave que no puede ser perdonado.
Particularidades: Adjetivo; usado para acciones consideradas extremadamente
ofensivas o tabú.
Ejemplo: In theater, saying "Macbeth" is considered an unforgivable mistake.
(En el teatro, decir "Macbeth" se considera un error imperdonable.)
Cursed (maldito)
Definición: Bajo el efecto de una maldición o mala suerte.
Particularidades: Adjetivo; puede usarse literal o metafóricamente.
Ejemplo: The cursed production faced numerous accidents.
(La producción maldita sufrió numerosos accidentes.)
Backstage (entre bastidores)
Definición: Área oculta del teatro donde se preparan los actores.
Particularidades: Adverbio o sustantivo; término técnico teatral.
Ejemplo: The actors waited nervously backstage.
(Los actores esperaban nerviosos entre bastidores.)
Doomed (condenado al fracaso)
Definición: Destinado a terminar mal o con desastre.
Particularidades: Adjetivo; implica un destino inevitable negativo.
Ejemplo: After saying the name, the play seemed doomed.
(Después de decir el nombre, la obra pareció condenada al fracaso.)
Stagehand (técnico de teatro)
Definición: Persona que trabaja en la producción técnica de una obra.
Particularidades: Sustantivo compuesto; ocupación específica.
Ejemplo: A stagehand rushed to fix the fallen scenery.
(Un técnico de teatro corrió a arreglar el decorado caído.)
Profanity (palabra blasfema)
Definición: Lenguaje grosero o irrespetuoso, especialmente sobre temas sagrados.
Particularidades: Sustantivo incontable; asociado a tabúes sociales.
Ejemplo: He uttered profanity to break the theater curse.
(Pronunció palabras blasfemas para romper la maldición del teatro.)
Murky (oscuro / misterioso)
Definición: Poco claro, literal o figurativamente.
Particularidades: Adjetivo; describe tanto ambientes físicos como historias.
Ejemplo: The curse's origins are murky and mysterious.
(Los orígenes de la maldición son oscuros y misteriosos.)
Incantations (encantamientos)
Definición: Palabras mágicas o fórmula usada en hechizos.
Particularidades: Sustantivo contable; lenguaje ritualístico.
Ejemplo: The witches' incantations sounded authentic.
(Los encantamientos de las brujas sonaban auténticos.)
Narrowly escaped (escapó por poco)
Definición: Evitar algo peligroso por un margen muy pequeño.
Particularidades: Frase verbal en pasado; enfatiza lo cercano del peligro.
Ejemplo: The actor narrowly escaped injury during the cursed performance.
(El actor escapó por poco de lesionarse durante la función maldita.)
Counterclockwise (en sentido antihorario)
Definición: Movimiento opuesto a las manecillas del reloj.
Particularidades: Adverbio; importante en rituales y supersticiones.
Ejemplo: Turn counterclockwise three times to undo the curse.
(Gira en sentido antihorario tres veces para anular la maldición.)
Cleanse (purificar)
Definición: Limpiar espiritual o simbólicamente.
Particularidades: Verbo; usado en contextos ritualísticos.
Ejemplo: They burned sage to cleanse the theater.
(Quemaron salvia para purificar el teatro.)
Understudies (suplentes)
Definición: Actores que aprenden papeles principales para sustituir si es
necesario.
Particularidades: Sustantivo plural; término técnico teatral.
Ejemplo: The understudies learned the ritual from veteran actors.
(Los suplentes aprendieron el ritual de actores veteranos.)
Conjure (invocar)
Definición: Hacer aparecer algo mediante magia o habilidad.
Particularidades: Verbo; usado literal o metafóricamente.
Ejemplo: Theater magically conjures different realities.
(El teatro invoca mágicamente realidades diferentes.)
Seasoned (experimentado)
Definición: Con mucha experiencia en un campo particular.
Particularidades: Adjetivo; especialmente usado para profesionales.
Ejemplo: Seasoned actors never say the cursed name.
(Los actores experimentados nunca dicen el nombre maldito.)
Mercy (piedad)
Definición: Compasión o perdón mostrado hacia alguien.
Particularidades: Sustantivo incontable; usado en contextos dramáticos.
Ejemplo: May the theatrical gods have mercy on your soul.
(Que los dioses del teatro tengan piedad de tu alma.)